Inverno en cuevas marchitantes
Inhalo todo lo que desposeo
El letargo corroe mis silencios
Una humareda me mueve de aquí
Sigo al humo negro
El sendero se contrae
Sal, desierto en mi lengua
Las ventiscas ocultan mi cara de los miedos
Un glacial averno cruza en mí
Sigo al humo negro
Él me lleva hasta allí
Varada penumbra
Causa de tantos despertares tácitos
Y pasos muertos
Hambre y frenesí en nuestros brazos
Un sustento eterno
Alimento
Azufroso festín bajo el firmamento
Caen siluetas abatidas en un destello
Ahora el viento araña nuestros nombres
Miradas sonríen, se puede oír
"Finjo, el humo negro
Los atrae hasta aquí"
